Tanto en sus álbumes solistas como en su trabajo de composición para películas, Jóhann Jóhannsson combinó arreglos vanguardistas e instrumentación orgánica con majestuosos arreglos sinfónicos. Nacido en Reikiavik en 1969, Jóhannsson tocó la trompeta y el piano mientras crecía, pero se inició participando en varias bandas orientadas al rock. Aportó esa experiencia con la música popular a los primeros proyectos lanzados bajo su propio nombre, ya fuera el álbum instrumental Virðulegu forsetar de 2004, rebosante de trompetas solemnes y paisajes sonoros agudos, o sus primeros trabajos para cine, como la igualmente inquietante banda sonora para The Miners' Hymns de Bill Morrison. La carrera cinematográfica de Jóhannsson despegó cuando colaboró de manera estrecha y constante con Denis Villeneuve en varias películas, incluidas las tenebrosas melodías nominadas al Oscar para Sicario de 2015, que jugaban con sonidos electrónicos manipulados de inspiración industrial. Su soundtrack ganador del Globo de Oro para La teoría del todo de James Marsh también contiene texturas complejas, ya que entrelazaba teclados y elementos electrónicos en un piano elegante y cuerdas glaciales. Jóhannsson murió en 2018 de un paro cardíaco, justo después de terminar la banda sonora de Mandy, un sorprendente avance creativo en el que aplicó motivos clásicos tradicionales junto a un sonido inquietante que recuerda al heavy metal más atmosférico.