Christian Tetzlaff, un músico de amplios horizontes musicales, es uno de los violinistas más intrépidos y mercuriales de los últimos tiempos. Aquí, en su tercera grabación de estas obras, nos guía por música abstracta y sublime. Estas tres sonatas y tres partitas, todas sin más acompañamiento que su violín, trasladan al oyente a lugares de majestuosa profundidad intelectual y emocional. Tetzlaff deja que la música cante y fluya reflexiva con maravillosa intensidad.