No hay y no habrá otro más grande que Vicente Fernández. El jalisciense creció escuchando a los gallos de la ranchera: Pedro Infante, Jorge Negrete y Javier Solís. Como en las mejores historias de éxito, Chente trabajó duro para llegar a la cima. Hoy lo conocemos por haber llenado auditorios en México y el mundo, y por recaudar ventas millonarias. Pero detrás de eso, siempre hubo un cantante honesto, de voz potente y espíritu neto. ¿Quién mejor que él para transmitir el júbilo, dolor, revancha y orgullo mexicano?