El tenor francés Gilbert Duprez fue la gran figura de la escena parisina entre 1825 y 1850 gracias a su presencia y su poderío vocal. Aquí, la revelación americana John Osborn rinde sentido homenaje a su héroe con una colección de arias que evocan al gran Duprez, desde las acrobacias vocales en Donizetti hasta su emocionalmente complejo Verdi. La melosa voz de Osborn se impone a la orquesta y alcanza con facilidad unos agudos a los que nunca faltan ni la calidad en la entonación ni la enunciación del texto, incluso en las exigentes melodías de Rossini y Berlioz.